Panna cotta de caramelos de café.


  Este es el otro postre que preparé para la cena que tuve con unos amigos.

 Hice también un  brownie con mousse de turrón, que salió de lujo y esta panna cotta de caramelos de café. 

La idea original era hacerla con caramelos de café con leche, tipo Werther's, pero no sé que pasó que cuando los compré no me di cuenta y cogí dos bolsas de caramelos de café. a secas. por lo que el resultado final del postre varió considerablemente, al menos para mí, que no soy cafetera.


Pero si os gusta el café, café, este es vuestro postre, porque queda una panna cotta con un intenso sabor a café y encima sin nada de azúcar, porque los caramelos eran "sin azúcares añadidos".

No me disgusta del todo como quedó, y eso que es difícil de desmoldar, yo creí que con la cantidad de gelatina que lleva, quedaría más cuajado, pero aunque se puede cortar bien y tiene la consistencia de un flan, el desmoldado fue toda una odisea.

Saqué la receta de foodtografía, pero he puesto la mitad de caramelos, aun así se nota bastante el sabor.


INGREDIENTES:

10 hojas de gelatina neutra.
100 g de caramelo líquido para el molde
500 g de leche
500 g de nata para montar (mínimo 33% de grasa)
25 caramelos duros de café ( o de café con leche)

PREPARACIÓN:

Hidratamos las hojas de gelatina dentro de un bol con agua fría.
Recubrimos  el fondo y los laterales del molde elegido con caramelo líquido.
Trituramos los caramelos 5 segundos a velocidad progresiva 8-10.
Echamos la leche y la nata  en el vaso y programamos 8 minutos, 90º,  velocidad 2.
Añadimos a la mezcla la gelatina escurrida y mezclamos durante 10 segundos a velocidad 3.
Verter todo en el molde caramelizado (apoyado ya en un plato para poderlo desplazar) y deja enfriar un rato.

Metemos el molde en el frigorífico hasta el día siguiente.


Lo primero es caramelizar un molde. Yo elegí uno de silicona con estrías, para que quedara bonito.

Estos son los caramelos que compré, de café, café. 

Los echamos al vaso y los trituramos.


Ya triturados.

Añadimos la leche y la nata encima. Si sois golosos deberíais echar algo de azúcar (yo no lo hice y me arrepentí, porque yo soy muy dulcera). Ponemos a cocer.

Al finalizar la cocción echamos la gelatina escurrida (la habréis puesto unos minutos antes en un bol con agua). Mezclamos bien.


Vertemos la mezcla en el molde caramelizado, pero tened la precaución, si el molde es de silicona, de tenerlo preparado sobre un plato, porque si no, no lo podréis mover bien.

Como me sobró mezcla, eché en dos vasitos pequeños.

   Y después de pelearme con el molde para desmoldarlo bien, aquí tenéis la panna cotta de café.


    ¿Véis el corte? Queda bien cuajado. Y curiosamente salen como dos capas distintas de color. ¿la podéis ver bien? La parte de abajo es más clara.


   En los vasitos individuales es más evidente el contraste entre capas. No me preguntéis porqué, pero queda monísimo. Me gusta mucho esta presentación.

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